El concepto de Acupuntura Urbana surge en un
contexto en el cual la ciudad ha sufrido una transformación desde
la ciudad medieval compacta hacia un modelo de ciudad industrial. Este modelo
de ciudad industrial provoca una segregación de espacios según los diferentes
usos: residencial e industrial, entre otros. El crecimiento de la ciudad, y la
necesidad de las grandes infraestructuras han dejado espacios obsoletos con
potencial de actividad. Esta problemática genera la necesidad de nuevas
soluciones urbanísticas.
Durante los últimos
siglos las ciudades han experimentado cambios hacia una mayor extensión y por lo
tanto en algunos casos una reducción de su densidad, provocando un inevitable
incremento en las distancias entre las personas tanto en su entorno próximo
como en sus recorridos diarios. Además, el movimiento de la población hacia la
periferia de las ciudades conlleva el uso extensivo de vehículos privados. En
este contexto, ganan influencia las carreteras y los lugares de aparcamiento
para vehículos privados, y el transporte público pierde fuerza, al ser menos
eficiente en distancias tan grandes. Eso lleva a un diseño urbano donde
la escala humana deja de ser una prioridad, y donde las
ciudades están principalmente diseñadas para las necesidades de los
desplazamientos en vehículo privado.
La función de la acupuntura urbana es
entonces, trabajar sobre aquellos espacios que han quedado en abandono dentro
de la estructura de una ciudad. Hablamos por ejemplo de solares vacíos,
edificios en desuso o barrios residenciales con un nivel de
actividad bajo.
El objetivo es conseguir re–utilizar y re-introducir estos
espacios en su contexto con la finalidad de compactar la ciudad
y así hacerla más eficiente y sostenible. Esta solución pretende
reivindicar el espacio público como punto de encuentro y reducir las distancias
entre el trabajo y el ocio, creando un espacio fluido donde puedan aparecer
usos mixtos entre zonas residenciales, de comercio y oficinas. Es importante
pensar que los recorridos diarios que sean lo más cómodos y seguros posibles
para todos los ciudadanos por igual.
Desde el punto de vista
social entre otros, las ciudades se definen esencialmente como un sistema de vida
colectiva. Por eso, es necesario adaptar el espacio ya existente y ofrecer
la oportunidad a sus habitantes de decidir sobre dichas interrelaciones.
Muchas soluciones
propuestas para atraer actividad a un lugar, se consiguen mediante estructuras
temporales o provisionales. Estas estructuras tienen la ventaja de tener una
implantación rápida y más económica, y a su vez
permite ver sus resultados antes de implantar una estructura fija. Podemos ver
un ejemplo de este concepto en la ciudad de Barcelona, en el distrito del
ensanche. La asociación de vecinos, junto con el colectivo Recreant Cruïlles
recuperó, después de doce años en desuso, un solar abandonado. Decidieron
revitalizar el espacio, abriéndolo a la ciudad y a su entorno directo. El
espacio llamado Germanetes, recoge hoy en día, diversas actividades que se
llevan a cabo en el barrio, ofreciendo a los habitantes un nuevo espacio de reunión y
socialización.
Este espacio se ha
diseñado de manera colectiva y haciendo uso de procesos
participativos. De este modo han conseguido dar respuesta a las
necesidades de todas las clases sociales evitando así su exclusión. Atendiendo
a todo lo anterior, la acupuntura urbana podría proporcionar soluciones tanto a
problemas de índole urbanístico como a aquellos de tipo social que
puedan presentarse en el contexto de la ciudad.
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