Derecho a la ciudad

Derecho a la ciudad


Se puede interpretarse como el derecho a la vida urbana. La sociedad actual exige una planificación a base de necesidades sociales. Este derecho participa en la toma de decisiones sobre uso de los espacios, incorporando lo social como eje básico de su análisis.

Ciudades más humanas

Se entiende como un derecho al encuentro, a la recreación y relaciones de las personas en el espacio público.

La ciudad es una proyección de la sociedad sobre el terreno

La ciudad es una identidad espacial. Lo urbano es la esencia de la ciudad. Para Lefebvre la ciudad es una proyección de la sociedad sobre el terreno, el interés del tejido urbano no se halla solo en su morfología sino en la estructura de una manera de vivir intensa, la sociedad urbana.

La ciudad está vinculada al conjunto de la sociedad

Se relaciona a su funcionamiento, cuando se producen cambios la sociedad cambia. La ciudad depende de las relaciones de familias, organizaciones, grupos profesionales, oficios, etc.

Puntos Críticos

Espacios sin lugar a la diferencia
En la sociedad actual se distingue el orden de la vida cotidiana, el uso masivo del automóvil, la movilidad de individuos y grupos que se desplazan a un espacio que tiende a la igualdad geométrica, lleno de normas y señales donde no hay diferencia.

La ciudad ha perdido su carácter de obra construida socialmente
Las políticas del hábitat urbano no permiten controlar la participación ciudadana en las decisiones urbanas, la industrialización le ha quitado a la ciudad su carácter de obra construida socialmente.

Carta mundial por el derecho a la ciudad

En el año 2004 se firma la carta por el derecho a la ciudad, en la que se expone la preocupación de los patrones del poder en la ciudad que contribuyen a la privatización del espacio público, generando segregación social y espacial.
Esta carta define el derecho de disfrutar de las ciudades dentro de los principios de la sustentabilidad. Un derecho a alcanzar un patrón de vida adecuado, basado en usos, costumbres y necesidades. Incluye derechos al trabajo, a la salud, a la educación, a la cultura, a la vivienda, a la protección social, a la seguridad social, al medio ambiente sano, al transporte público, al ocio y a la transformación.
El derecho a la libertad de reunión y organización, el respeto a las minorías y a la pluralidad étnica, racial, cultural, etc. Y también el respeto a los inmigrantes y la garantía de la preservación de la herencia histórica y cultural.

Necesidades urbanas y necesidades humanas

El derecho se basa en las necesidades de la sociedad, como la certidumbre y la aventura, el trabajo y el juego, lo imprevisible y lo imprevisto, necesidad de acumular energía, pero también gastarla, necesidad de ver, escuchar, tocar, gustar, pero también las necesidades urbanas, como la búsqueda de lugares cualificados, lugares de encuentro, lugares donde el cambio suplantaría el valor del cambio, al comercio y al beneficio.

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