La escala humana
En la década de los años 60´s, se comienza a tratar el tema de la escala humana en las grandes ciudades alrededor del mundo, con el objetivo de crear espacios públicos de calidad, establecidos de una manera estratégica para que las personas puedan relacionarse con su entorno.
El arquitecto Jan Gehl, se ha concentrado en el estudio de la planificación urbana para elevar la calidad de vida en las urbes. Este arquitecto, junto a su equipo logró cambiar el estilo de vida de Chopenhague-Dinamarca y formaron la ciudad más agradable en la que se puede vivir, ya que como prioridad utilizan la bicicleta como medio de transporte.
El significado de la escala humana es crear una buena ciudad, en la que se construirá alrededor del cuerpo humano y sus sentidos, el diseño se enfoca en la vida peatonal, para ello se debería: limitar el tráfico de automóviles; aumentar las áreas verdes; estimular el uso de la bicicleta; reconquistar los espacios públicos; fomentar la construcción de transporte público ecológico y efectivo para tener mejor movilidad; construir edificios más bajos que permitan ver más el cielo; generar viviendas asequibles; construir más espacios recreativos y culturales accesibles a todo el mundo y que fomenten la igualdad; y, en definitiva, favorecer seres urbanos más felices capaces de cohabitar mejor.
Se tiene estudios sobre lo que puede funcionar y lo que no en ciudades diseñadas para la gente, ya que éstas deben admitir la experimentación de los sentidos en el ambiente. Jan Gehl sostiene que la arquitectura no solo obedece a la forma, sino de la relación entra la forma y la vida. El crecimiento de las ciudades en la segunda mitad del siglo XX se basó en proporcionar viviendas adecuadas, espacios de trabajo, redes de transporte, dejando a un lado las necesidades humanas básicas de interacción, lo que pasa en el suelo de las ciudades fuera de los edificios y los coches.
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